En este artículo, te dejamos una serie de consejos para teletrabajar sin bajar el ritmo de producción de la oficina, ya que, pese a estar volviendo a la normalidad, es una opción cada vez más extendida entre los trabajadores en España.
Crea un ambiente de trabajo adecuado
El espacio desde el que realizas el teletrabajo se debe asemejar lo más posible a la oficina. Si no es posible, por lo menos que sea un espacio diferenciado del resto de estancias de tu casa. Separando el espacio dedicado al trabajo del que dedicamos a nuestra vida personal conseguimos interiorizar que, pese a estar en nuestro hogar, estamos en el trabajo. Así, facilitamos la creación de rutinas y de horarios.
Planifica tu jornada
Aunque parece una recomendación obvia, es muy común acabar haciendo horas extra. Lo ideal es que te pongas una serie de objetivos (realistas) en tu horario laboral y que los vayas cumpliendo de manera periódica.
También es importante no distraerte con tareas domésticas (pese a estar en casa, recuerda que estás trabajando). Es decir, no pongas lavadoras entre tarea y tarea.
Os damos un consejo: desayuna bien antes de empezar la jornada.
Sigue trabajando en equipo
Pese a estar en casa, todos seguimos trabajando y la comunicación interna debe de ser fluida. Por un lado, nos ayuda a mantener ese ambiente laboral y, por otro, mejora el ánimo de los empleados (al fin y al cabo, somos animales sociales a los que les gusta relacionarse).
Aprende a desconectar
Una vez terminada tu jornada, deberías aparcar todo de lado hasta el día siguiente. Es muy fácil caer en la costumbre de contestar correos de tus compañeros o de clientes a las 8 de la tarde. A esto ayuda el primer consejo que os hemos dado: diferenciar el ambiente laboral del personal. Si no usas el mismo ordenador, no ves los correos que van llegando.
Además, hay que resaltar que el registro de jornada aprobado por el Gobierno el año pasado sigue en vigor aunque trabajes desde casa, por lo que, en principio, si trabajas a deshora debería quedar reflejado.
Evita el sedentarismo
Es muy habitual caer en la rutina de cama, escritorio y cama al desarrollar caso toda tu vida en un mismo espacio. Es imperativo encontrar unos minutos al día para que te dé el sol en la cara y estirar un poco los músculos. Esto es necesario tanto para tu salud física como para la mental.
Respeto de los que conviven
Debes establecer una serie de reglas con tus compañeros de piso (familiares o no) y hacerles entender que durante la jornada laboral es como si no estuvieras en la casa. No se trata de llevar esta regla a niveles absurdos, sino que aquellas personas que pueden interrumpir tu ritmo de trabajo no se acostumbre a ellos.
Desconectar de fuentes de distracción
Aquí también debemos volver a referenciar el primer punto. No tener a tu jefe cerca ayuda a que nos relajemos (a veces, demasiado). Es recomendable desconectar el móvil personal y cualquier tipo de entretenimiento disponible en casa y que no uses en la oficina.
La idea general es crear un espacio profesional (en la medida de lo posible) que ayude a mantener la productividad y haga más llevadero trabajar desde tu casa.