En Intergas, insistimos mucho en las ventajas que aportan nuestras calderas para el ahorro en la factura de la calefacción. Aún así, hay otras muchas acciones complementarias que consiguen reducir la mensualidad que pagamos. Una de ellas es ahorrar agua caliente. En este artículo, te damos una serie de consejos para conseguirlo.
Ahorrar agua caliente: reduce el consumo
La primera serie de consejos que ofrecemos van enfocados a consumir menos agua.
Cambia los baños por duchas
Seguramente ya habrás oido este consejo, pero es el más efectivo para reducir el consumo de agua y así ahorrar agua caliente. Por cada baño que sustituyas por una ducha, podrás ahorrar unos 120 litros de agua. Esta cantidad es orientativa, ya que variará dependiendo del tamaño de la bañera, lo que la llenes y, sobre todo, el tiempo que tengas el grifo abierto mientras te duchas, ahorrará más o menos agua. También ayuda si cierras el grifo mientras te enjabonas.
Cierra el grifo cuando no lo estés usando
Hilando con el primer consejo, no solo debemos cerrar el grifo mientras nos enjabonamos en la ducha, sino también mientras fregamos los platos (antes de aclararlos), o al cepillarnos los dientes. El ahorro puede parecer pequeño día a día, pero si sumamos las cantidades acumuladas durante el mes, nos damos cuenta de la utilidad de no dejar que corra el agua cuando no la estamos usando.
Cuidado con las fugas
Una de las principales causas de desperdicio de agua en los hogares españoles son las fugas. Da igual el empeño que pongamos en reducir el consumo si tenemos fugas en las tuberías. Estas se pueden deber a motivos diferentes, como el estado de las propias tuberías (por el material o por el tiempo que tengan), por las conexiones (pueden estar mal elaboradas) o por la presión del agua, si es muy elevada.
Revisa los aparatos de tu hogar para ahorrar agua caliente
Hay otras maneras de ahorrar agua caliente que no tienen que ver con nuestros hábitos. Te las explicamos.
Calentador de agua: baja la temperatura
La temperatura de nuestro calentador influye de manera sustancial en la cantidad a pagar por el agua caliente. De hecho, se estima que ahorramos hasta un 5% por cada 10 grados que bajemos la temperatura. Nuestra recomendación es que lo fijes en 50 grados, ya que tampoco es necesario tener el agua a mayor temperatura. Además, también es importante instalar trampas de calor en el caso de que tu calentador no cuenta con una de serie.
En el caso de contar con un acumulador de agua caliente, este debe estar debidamente aislado. Si calentamos el agua, pero luego pierde temperatura por un mal aislamiento, estamos tirando el dinero.
Lava la ropa con agua fría
En la mayoría de las cargas de la lavadora, podemos usar agua fría. Deberemos reservar el agua caliente solo para aquellos ciclos en los que sea necesario, ya sea por el tejido de lo que lavemos o por las manchas que deseemos quitar.
Cambia el programa del lavavajillas
Muchas veces el programa estándar del lavaplatos usa agua a 65 grados durante casi dos horas. La mayoría cuenta con una modalidad eco en la que realiza la misma función pero en 45 minutos. Para que los platos queden limpios, debemos darles una pasada por agua antes de meterlos, pero el ahorro es notorio.
Tanto en el caso de la lavadora como en el del lavaplatos, debemos tener en cuenta que los modelos más modernos consumen menos agua (como sucede con las calderas). Por ello, debemos hacer cuentas a ver si nos compensa renovar estos dos electrodomésticos, ya que podemos ahorrar hasta un tercio del agua empleada.
De hecho, las calderas Intergas condesan siempre en ACS con rendimientos superiores al 95,8 % comparada con otras calderas de condensación tradicionales, por lo que el cliente tiene un ahorro de hasta un 15% en el consumo de gas en agua caliente sanitaria. Esto supone para una familia con 4 personas durante la vida útil de la caldera más de 700 euros.