Tras el temporal Filomena y la ola de frío que le sucedió, hemos podido ver las consecuencias en muchos hogares que no estaban preparados ante las temperaturas extremadamente bajas. Una de ellas ha sido el atasco de los sistemas de calefacción, por lo que os hablamos sobre cómo descongelar una tubería de condensado.
Tubería de condensado: qué es y donde está
Durante los meses más fríos de invierno, el riesgo de que las tuberías de las calderas se congelen, aumenta. La que más riesgo corre es la de condensado, ya que es la encargada de sacar del circuito las aguas residuales que se generan al extraer la caldera la energía de los gases de combustión en las calderas de condensación. Este proceso crea agua ácida cuando esta se enfría y hay que sacarlo de las tuberías para evitar la corrosión. Se trata de un proceso necesario ya que este método permite ahorrar energía aprovechando dicha energía creada con la condensación.
Para encontrar el tubo de condensación tenemos que tener en cuenta un factor fundamental: no pueden ser metálicas (están hechas de plástico), por lo que será fácil diferenciarlo del resto de tuberías. Además, debería conducir hacia algún desagüe.
Para evitar la congelación, lo mejor es poner la caldera a una temperatura de flujo más alto para reducir la cantidad de agua condensada y así la probabilidad de que se forme hielo. El inconveniente es que pagaremos más en la factura, por lo que debemos acordarnos de bajar el termostato en cuanto pase la ola de frío.
Descongelar una tubería de condensado
Lo primero que debemos hacer es apagar la caldera hasta haber solucionado el problema. Así, evitaremos daños en la caldera por el agua acumulada.
Tenemos que reconocer si el problema se debe a una obstrucción en la tubería de condensado. Esto lo vemos en muchas calderas si nos da algún código de error en la pantalla. Otro indicativo que nos puede hacer sospechar es si oímos un gorgoteo proveniente del sistema de calefacción, pero el factor más determinante es averiguar si este falla justo después de una noche de frío extremo.
Para identificar la parte obstruida, primero nos fijaremos en las zonas donde haya curvas o inmersiones, ya que es donde se suele acumular el agua. Una vez hemos averiguado qué parte está congelada, solo tendremos que aplicar calor encima, ya sea con un paño caliente o vertiendo agua caliente con una jarra (debemos tener cuidado de que el agua no esté hirviendo para no derretir el plástico del que está compuesto la tubería).
Como hemos visto, se trata de un proceso muy simple que no requiere la intervención de personal cualificado. De todas formas, si tras intentar nuestro consejo los problemas persisten, si que recomendamos contactar con su servicio técnico oficial.